Lima, la ciudad de estampa virreynal, la tres veces coronada, ciudad de los reyes y también por que no decirlo, la ciudad de los emperadores. Y me refiero a Mr. “H”, también conocido como “El Emperador del Sexo”.
Si queridos lectores, este columnista recibió vía e- mail su primera invitación a participar en la reunión nro. 115 del “Congreso del Sexo Colectivo”, organizada por el mencionado caballero de las artes amatorias. ¡Si, señores!, él existe. Una especie de Badani Gay, sin nada de ropa, pero con muchas parejas bellas a su disposición para compartir.
Pues bien. Como no tenía idea para el tema de este artículo, acepté la invitación a ir para “realizar trabajo de campo e investigación periodística”, aunque solo fuese como observador (voyer). Después de todo tenía que aceptar una invitación así, pues provenía de un auténtico emperador.
De pronto estaba allí, viendo ante mis ojos una película triple X pero en vivo. Y debo decir que fue una pelea JUSTA…todos contra todos. LIMPIA, pues todos los contrincantes están obligados a ducharse antes y lo más genial ULTRA SEGURA; harto lubricante y condones garantizaba un festín pleno, es decir libre de paranoias y culpas. Pensé entonces, que así debieron ser las bacanales griegas y recordé los prejuicios, tabúes, deseos sexuales, afectos y sentimientos de las sociedades actuales. Por lo que no pude evitar preguntarme:
¿Qué es más dañino para un gay: mantenerse en el closet o fuera de él?, ¿cuántos de nosotros somos víctimas de los juicios de valor por quebrar nuestros condicionamientos mentales?…en una sociedad donde todo se mueve tan rápido como la Internet: ¿necesitamos “formatearnos” para ser aceptados?...cuando se trata de relaciones...¿ qué cuenta más la “etiqueta o el contenido”?. Aquel día deguste de los canapés y vodkas que sirvieron, pero por sobre todo quedé embelesado por un tipo como el “Emperador”, un hombre de otro mundo, un Dalai Lama del sexo, delicioso y encantador, en mi gran encuentro con esta vorágine, que es el sexo y la ciudad.
Si queridos lectores, este columnista recibió vía e- mail su primera invitación a participar en la reunión nro. 115 del “Congreso del Sexo Colectivo”, organizada por el mencionado caballero de las artes amatorias. ¡Si, señores!, él existe. Una especie de Badani Gay, sin nada de ropa, pero con muchas parejas bellas a su disposición para compartir.
Pues bien. Como no tenía idea para el tema de este artículo, acepté la invitación a ir para “realizar trabajo de campo e investigación periodística”, aunque solo fuese como observador (voyer). Después de todo tenía que aceptar una invitación así, pues provenía de un auténtico emperador.
De pronto estaba allí, viendo ante mis ojos una película triple X pero en vivo. Y debo decir que fue una pelea JUSTA…todos contra todos. LIMPIA, pues todos los contrincantes están obligados a ducharse antes y lo más genial ULTRA SEGURA; harto lubricante y condones garantizaba un festín pleno, es decir libre de paranoias y culpas. Pensé entonces, que así debieron ser las bacanales griegas y recordé los prejuicios, tabúes, deseos sexuales, afectos y sentimientos de las sociedades actuales. Por lo que no pude evitar preguntarme:
¿Qué es más dañino para un gay: mantenerse en el closet o fuera de él?, ¿cuántos de nosotros somos víctimas de los juicios de valor por quebrar nuestros condicionamientos mentales?…en una sociedad donde todo se mueve tan rápido como la Internet: ¿necesitamos “formatearnos” para ser aceptados?...cuando se trata de relaciones...¿ qué cuenta más la “etiqueta o el contenido”?. Aquel día deguste de los canapés y vodkas que sirvieron, pero por sobre todo quedé embelesado por un tipo como el “Emperador”, un hombre de otro mundo, un Dalai Lama del sexo, delicioso y encantador, en mi gran encuentro con esta vorágine, que es el sexo y la ciudad.
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