lunes, 7 de marzo de 2011

“¿1 + 1 = 3? “

Nuestro paso por la escuela preparatoria. Siempre resulta un hecho anecdótico y circunstancial. Nos deja huellas, tal vez marcas muy difícil de borrar. De nuestros cursos favoritos, tal vez del cual muchos guarden una traumática experiencia, es sin duda la asignatura de los números: Las Matemáticas.

Sin embargo, deberíamos tomarnos más en serio a Pitágoras y a su creación. Pues en la edad adulta, terminamos en nuestras relaciones, solucionando “ecuaciones afectivas”. Y no necesariamente con resultados satisfactorios.

Siempre creemos que al estar emparejados, vamos a llevar una vida de a “2”. Como Papi y Mami. ¡Plop! Pocos creemos que un compañero afectivo trae siempre, como “Peterpan”, a su sombra unida a el. Y entonces la pareja ya no resulta de a “2” sino de a “3”.

Por ejemplo, a veces, cuando estamos con novio; y si por una de esas casualidades de la vida, en aquel momento el se encuentra lejos; nos ponemos a “recrear en nuestra mente“ la formula matemática masoquista que tanto nos deleita a muchos: ¿1 + 1 = 3?

Y entonces los posibles resultados de nuestra “intríngulis amorosa” afloran ante la interrogante:
¿Que estará haciendo nuestra pareja?
“¿Estará con un tercero?”…
” ¿Estará con su ex?”…
” ¿Estará con algún punto?”…
” ¿O estará con alguna “ruca”?”

Es decir, en una relación siempre terminamos involucrando a un tercero. Aun que este solo sea un “fantasma”.

Debido a esta errada y paranoica “suma” en nuestras relaciones, me pregunte:
¿Las relaciones afectivas no deberían basarse en la confianza mutua? O ¿deberíamos otorgarle el beneficio de la duda a nuestro novio, para no perder el tiempo en peleas absurdas? ¿Son los celos enfermizos sinónimo acaso de un egoísmo a ultranza?... ¿Y si tal vez en las relaciones lo que debería contar fuese aceptar al otro como es?... ¿Debemos intentar cambiar al otro o cambiar uno mismo?... ¿Las fortalezas y debilidades son parte del “paquete existencial humano al momento de amar”?
Finalmente…cuando hablamos de querer mantener una saludable y convencional relación de a “2”…no pude evitar preguntarme:

¿Estamos “sumando bien”?

Mnesarco fue el padre de Pitágoras. Esperemos lo haya educado bien. Oficialmente hablando.