viernes, 15 de enero de 2010

EL REGALO DE LOS TRES REYES MAGOS: “MR. BIG“

John James Preston o simplemente “Mr. Big”, es el nombre del eterno novio de Carrie Bradshaw, la protagonista de la exitosísima serie de HBO: “Sex & The City”.

Fue en una de mis “noches de copas locas de angustia”, lo confieso hidalgamente. Es más, estaba por retirarme un sábado del “Studio 5”, cuando de pronto lo vi, sentado, solo, en una mesa. Y sí. Era él. Varonil, seguro, autosuficiente, arrogante y bello; en conclusión la versión lorcha de Mr. Big. Con tres kilitos de más y 10 centímetros menos de estatura que el personaje real, pero increíblemente, ese detalle lo hacían más interesante.

Pensé entonces…Carrie es escritora y tiene a un Mr. Big a su lado. Por tanto no pude dejar de preguntarme: ¿Debería yo por ser escritor, tener también a un Mr. Big de novio? ¿O era solo un deseo subconsciente de, como Carrie tenerlo todo? Según Fedor Dostoievski, existe una estrecha línea que separa la realidad de la ficción… ¿Es válido por momentos, para evitar sufrir “la depre post 40” y soportar dignamente la soltería, fantasear, viviendo como un personaje admirado? ¿Será mi colección de zapatos en vía de crecimiento, una señal kármica de que voy camino al nirvana? ¿O será simplemente una muestra de mi vanidad? ¿Qué es mejor para uno…engreírse o castigarse?

Algunas personas creen en la firme convicción de que si no hay sufrimiento no se ama: ¿Será verdad eso que dicen, que para amar, hace falta primero amarse uno? …Y si de tanto amarnos a nosotros mismos… ¿Caeríamos en un profundo hoyo sin retorno, directamente a los siempre cómodos pero peligrosos brazos del “Señor Egoísmo”?.

Se dice que para cuidar nuestra vida sexual, los gays debemos usar condones…pues, me pregunto a modo de advertencia: ¿Qué conductas de riesgo harían que nuestra autoestima muera y que nuestro egoísmo viva feliz y tranquilo? Finalmente, cuando se trata de relaciones ¿esta permitido usar “condones emocionales” para proteger nuestra salud afectiva?

Aquella noche, dejé que mi Dalai Lama interior fluya, reviviendo mi fe en el amor humano. Y a pesar del riesgo para el “bobo” que significa involucrarse con alguien, en esta época de inconstancia afectiva, decidí como adulto responsable, usar la regla número uno del Manual de Relaciones:…”ir tras la persona que quieres”. En este caso seguí a Mr. Big. Y ¿saben una cosa?...valió la pena, pues hizo honor a su nombre. Y fue exquisito.