viernes, 11 de febrero de 2011

“GAYLICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS “


En un momento, periodo o tiempo, donde la liberación del principio femenino y sexual causan estragos tan indescriptibles como los de un tsunami; este gay de la ciudad simplemente, siente pánico en compartir un ascensor con una “bebita” como el.

Es decir, los gays en la actualidad, nos hemos vuelto una especie de seres soberbios, prepotentes y engreídos, a tal punto que ya no resulta divertido un “te de tías” sino mas bien un “te de tíos”.

Viernes 28. 10 pm. Pollería Bar: “EL EMPORIO”. Octavio, Rafo, Roque, Edgar, Beto, Hugo y Yo. Sí. Era mi tercera reunión con mis amigos “no gays”. Y era genial. Pues se trataba de mis ex compañeros de la secundaria.

Y si mis colegas del trabajo son en su mayoría gays, al igual que los de mi círculo de amigos más cercanos; al estar con mis ex compañeros del colegio, sentí aquel momento como un espacio re divertido. Sobre todo cuando te conviertes en el único “neutrón” en medio de tanta testosterona.

De hecho el caminar por un universo alternativo masculino, lleno de hombres heterosexuales, donde ni la estética, la moda o lo emocional cuentan mucho, resulta para un hombre 100% gay como yo, un descanso en medio de la competitividad homosexual.

Entonces, no pude dejar de sentirme como “Alicia en el País de las Maravillas”. Pues, todo en aquel universo heterosexual era divertido, solidario y generoso. Por lo que me pregunté:

¿El ambiente gay nos satura a veces? ¿Cómo lidiar con algo con lo que viviremos hasta el final de los tiempos? ¿Aceptarnos plenamente implica a veces “renunciar a ser uno mismo”?...y si las relaciones entre amigos gays se han vuelto tormentosas… ¿Cuándo se detendrá aquel diluvio?... ¿que resulta mas divertido: vivir una cultura gay con inclusión no gay, o vivir en una cultura no gay con inclusión gay?...es que las relaciones amicales con los “machos de la especie”… ¿son como el espejismo del agua en medio del “desierto rosa”?

Finalmente no pude evitar preguntarme:

…En una jungla altamente competitiva y caprichosa como se ha vuelto el mundo homosexual… ¿será el universo heterosexual, tal como lo dicen los niños, un “chepi” en nuestro juego de sociabilización?

Aquel viernes, con mis compañeros de la promoción pase una de las noches más deliciosas de mi vida. Aunque aquel “pastel de amigos” tuviera solo una cereza.