Paranoia, nerviosismo y ansiedad. El menú completo con el que nos alimentamos diariamente los citadinos de este país. Pero ¿que pasa cuando de pronto un día, este suculento menú empieza a venir acompañado del café “minusvalía física” y del postre “crisis financiera”? ¡Auch! Cuando eso ocurre, recurrimos urgente a un antiácido.
Pero cuando las mariposas no avizoran la primavera en sus vidas, prefieren emigrar, ocultarse o simplemente convertirse nuevamente en orugas.
Y así, los recuerdos de la vida fastuosa de un gay se hacen borrosos. Entonces solo te quedan los recuerdos. Pero tan solo los buenos recuerdos. Como diría Calderón de la Barca: “La vida es sueño y los sueños sueños son”
Y cuando haz vivido intensamente los 80, los recuerdos inevitablemente te llevan al centro de la ciudad. Caminando cansado, te detienes a fumar un cigarrillo y a disfrutar de cada exhalación del humo. Como si con cada bocanada de el tratases de disipar tu mente para ver la verdad. La verdad de un futuro incierto en medio de la nada.
Entonces pisas hondo, y el asfalto de las calles te parece lo mas seguro y… ¡Eureka! , encuentras las respuestas a tus interrogantes existenciales. La vida es dura y tan concreta como el asfalto que pisas.
Esa tarde y luego de mí “fumada mental” , para no perder la costumbre me cuestione:
¿Qué pasaría si siempre concretizásemos todo? ¿Tendríamos una alta sensación del logro? ¿Cómo medir nuestro avance por la vida? ¿Y si no lográsemos los bienes materiales, anhelados por la mayoría de la gente… habremos triunfado? ¿Y que hay de los bienes no materiales?
La excelencia, la virtud y la solidaridad… ¿Son cualidades “anti–gays” fuera de moda? ¿O son simplemente un romance existencial? ¿El tener valores materiales, ha reemplazado al tener valores humanos? ¿Será la lealtad hoy en día un simple mito urbano? ¿Y que paso con la puntualidad, la formalidad y el esmero? ¿Estarán “out”? ¿O solo serán reminiscencias de un pasado majestuoso?
…actualmente y con todo ese fenómeno llamado consumismo, a flor de piel en nuestras vidas…
Finalmente no pude dejar de preguntarme:
¿ES LA COMODIDAD LA PUERTA FALSA DE LA FELICIDAD?
Este viejo aventurero sigue pensando que son como la mayonesa y el kétchup, solos no hacen mucho, pero juntos representan a un manjar de los dioses y si esta encima de un “hot dog” mejor.